11 jul 2007

POR UN TERCERO


En este espacio habrá contenido tanto para quién le gusta lo difícil de digerir, como para los que lo prefieren con menos calorías, sin olvidar en ningún caso que el único sentido de nuestro firmamento literario, será el de "ir más allá".

Luego de dicha amenaza, toca por su estacionalidad, hablar de una de mis grandes pasiones: el futbol.

Este deporte no sólo consiste en que veintidos tipos persigan una pelota. VA MÁS ALLÁ de meter un gol; y eso... ya es tópico para este blog, por lo que espero que aquellos que no lo disfruten, no se retiren y disfruten de las demás entradas.

Entrando en materia, es difícil ser objetivo al comentar sobre este juego, simplemente porque el balón tiene lados infinitos, pero buscaré ser lo más imparcial que pueda.

El torneo que se lleva a cabo en estos días es la Copa América en Venezula, donde La Selección Mexicana abandonó esta tarde la posibilidad de disputar la final tras caer con un marcador de 3-0 ante el combinado de Argentina.

Contra todas las esperanzas y dando razón a los pronósticos, la revancha del mundial pasado no se dio. Los jugadores del Tri una vez más no supieron aguantar la presión de enfrentar a "los grandes", lo cual no es noticia, pero sí una muestra más de que nuestros connacionales no avanzan ni con las pretenciones, promesas y los excelentes cambios de Hugo (sic), la frialdad y experiencia de Márquez, la velocidad y el protagonismo de Nery, la entrega de Cacho, Correa y Pinto, la reciente contratación de Guardado en Europa y mucho menos con la pericia de San Oswaldo Sánchez en el arco (super sic!).

No conviene adjudicarle el resultado al talento supraindividual y a los 393 mdd que valen los albicelestes, sino a la falta de actitud y coraje que siempre ha sufrido nuestro país. Vemos en algo tan vano y circense el reflejo de una sociedad apática y sin aspiraciones (tercer mundista le llaman algunos) que sólo se conforma con dar su mejor esfuerzo, recibir todo del gobierno, echarle la culpa al otro, evadir responsabilidades, criticar a los demás... e ir por un tercero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me permito citar al magno Octavio Paz y su fantabuloso Laberinto de la Soledad; sin faunos, sin hadas, sólo el impasible e intolerable espacio sin salidas donde el mexicano corre y se estampa con las paredes, sólo para dar media vuelta y repetir el proceso.

"Y si no todos somos estoicos e impasibles —como Juárez y Cuauhtémoc— al menos procuramos ser resignados, pacientes y sufridos. La resignación es una de nuestras virtudes populares. Más que el brillo de la victoria nos conmueve la entereza ante la adversidad."

Aunque en este caso, fallo en ver la entereza...

Bubba dijo...

Rigelito bebé además hay que tener en cuenta que mientras haya intereses de clubes por más dinero y menos desarrollo del futbol tanto en las juveniles como en los profesionales, nuestro deporte no va a cambiar. Hay que dejar a un ladito el dinero y abrir paso a las oportunidades