8 may 2008

¡MARACANAZO!

"Maracanazo" es el nombre dado al último partido del Mundial 1950, realizado en Brasil, en el cual la selección de Uruguay ganó al equipo local contra todo pronóstico en el Estadio Maracaná.



Cincuenta y ocho años después, pero esta vez en la Copa Libertadores, el bicampeón de la liga brasileña, Flamengo, sucumbió en su propia casa contra todo pronóstico ante unas Águilas que había olvidado el significado de la victoria.

5-4 fue el marcador global que le permitió al América hacer la hombrada, pasar a cuartos de final y escribir una hazaña más en las páginas del club y del futbol nacional, puesto que es la primera vez, luego de ocho ediciones anteriores, que un equipo mexicano logra eliminar a un carioca del torneo sudamericano.

Bien puede decirse que fue un golpe de suerte, que es una ironía, que es un arrebato contra la directiva y el ex técnico Rubén Omar Romano o simplemente la mano de Juan Antonio Luna, puesto que es increíble que los jugadores de Coapa, cuyo desempeño en el torneo de Clausura 08 fue más que lamentable y mediocre, ayer hicieran lo inimaginable. Lo cierto es que hoy la cancha del estadio Mario Filho en Maracaná puede demostrar que las grandes escuadras no son las que viven maravillosas rachas o que los equipos que tienen malas temporadas son candidatos a la burla y al escrutinio subjetivo.

Los grandes equipos son los que saben responder a su historia, a sus leyendas y a una afición, que aún con el paso de los años, en las buenas y en las malas, sigue incólume y atenta de momentos y sueños que respaldan la lealtad a una gran institución.

Le pese a quien le pese, el América es un equipo grande, con una playera que pesa, pero que nunca le ha impedido volar lejos... y muy alto.