28 feb 2008

FASCISMO SANITARIO


El martes pasado se aprobó en lo general y en lo particular la ilegal Ley Antitabaco, tanto en el Senado de la República como en la Asamblea Legislativa del D.F., siendo esta última la mayor perseguidora de los fumadores, artífice de la jitomatiza y pesquiza en despoblado y sin ton ni son, puesto que su bienhechora legislación prohibe fumar en cualquier espacio cerrado, imponiendo altas multas y severas sanciones en caso de reincidencia, como si se tratara de algún acto genocida o algo por el estilo.

Más allá de si se es fumador o no, efectivamente hay que reconocer que se esté tratando de contribuir a la salud pública y a la reducción de enfermedades para niños y personas ajenas al tabaco. No obstante, considero que no es la manera correcta, puesto que los legisladores, en actitud de prostitutas redimidas o no se de qué, imponen su santa voluntad por encima de la libertad y los derechos de una minoría de 20 millones de "adictos".

Resulta pues increíble que se preocupen por atacar un sector que si bien es dañino, no lo es tanto como la desmedida contaminación provocada por diesel y desechos tóxicos industriales. Vivimos en el único país donde puedes ver lo que respiras y sin embargo, te preocupas por lo hábitos personales de alguien más.

Veremos pues cuánto dura su loable dictamen y cuántos políticos, gente influyente o mortales enardecidos plomeamos al primer mesero imbécil que se atreva a decir "Aquí no se puede fumar señor, es un lugar libre de humo"; o simplemente podremos ampararnos en que dicha ley viola el artículo 1º constitucional. Luego entonces, tendrán que darse cuenta los estupidísmos senadores y asambleistas que la cárcel va a estar llena de fumadores y no de asesinos, violadores, rateros y diputados, como debería estar. Afortunadamente esta norma pronto será letra muerta, puesto que los bares, antros o tables, son lugares para ADULTOS, por lo que todo acto que emane de ellos resulta de una decisión personal ADULTA y no de una burda imposición.

21 feb 2008

DE ZURDOS DISLÉXICOS

Acercándose ya el viernes, me resulta pertinente reflexionar sobre lo ocurrido en la semana y vaya que esta vez se cargó desmedidamente a la izquierda, sobre todo en asuntos de "relevancia" mediática.

En primer lugar, el mundo se enteró de que luego de más de medio siglo, Fidel Castro, con 81 años de edad, ya no continuaría más como Jefe de Estado en Cuba, desatando con ello un revuelo de especulaciones sobre ese país y su futuro democrático tan anhelado por el mundo y en especial por nuestro ejemplar vecino del norte y su glamourosa Miami Beach. Sin embargo, hay que atender a una cuestión un tanto insignificante: NADIE DIJO QUE FIDEL HABÍA MUERTO, por lo que la dictadura tiránica en La Habana seguirá persistiendo. Más de cincuenta años han pasado desde que la revolución cubana exilió a Fulgencio Batista e instituyó un muy doméstico socialismo que bien podríamos llamar "Fidelismo", puesto que su plataforma no semeja ni a la de Marx ni a la de la extinta URSS. Nueve presidentes estadounidenses han desfilado y ni cosquillas le han hecho al hombre de la pipa. Es por ello, que su "ausencia" formal al frente del gobierno cubano no supone el mínimo cambio, salvo algunos ajustes de papel y tinta para acomodar la piezas de ajedrez a fin de seguir ganando batallas aún después de muerto; y aún en esa circunstancia podría hablarse del fin de una era, más no de una etapa, porque sólo se haría un enroque de un Castro por otro Castro.

De vuelta a la ciudad de la esperanza, habrá que atender a la reciente amenaza que hizo el nunca menos elocuente López Obrador, quien pretende este domingo, día del lábaro patrio, presentar su plan de acciones de resistencia civil pacífica en caso de que se presente la iniciativa de reforma energética y "privatización" del petróleo, misma que desde el punto de vista del Frente Amplio Democrático, atenta gravemente contra la soberanía nacional y el bienestar de unos cuantos, perdón, del pueblo.

Una vez más el señor López hace gala de sus argucias semánticas de objetivos nada populistas, al engañar a la gente con el término "privatización". NADIE HA DICHO QUE PEMEX YA NO PERTENECERÁ AL ESTADO, lo cual supondría una auténtica privatización, como en el caso de Telmex. Respecto a la paraestatal, la propuesta de reforma refiere básicamente a la inyección de capital extranjero que permita optimizar el recurso, desarrollar nuevas y mejores tecnologías de extracción que controlen el llamado "efecto popote" de Estados Unidos y evitar la vulnerabilidad de la fórmula "barril-dólar" que definitivamente sí impacta en el bolsillo del común denominador.

Obviamente los que se oponen a esta reforma son los minúsculos sectores que durante décadas se han beneficiado del oro negro, ya que hasta la fecha, ningún ciudadano promedio ha recibido un sólo peso de esta industria. Luego entonces, ¿la supuesta venta de PEMEX afecta al pueblo o a Romero Deschamps, el sindicato y sus secuaces?

Y entre paréntesis, como que alguien está olvidando que el 21 de enero de este año, la multinacional Halliburton, cuyo principal accionista es George Bush, ganó una cuarta licitación de tres años, por 683 mdd, para perforar y finalizar 58 pozos petroleros en la zona sur de México. Si están pensando lo mismo, efectivamente no es una coincidencia, Halliburton es la empresa que robó información a Petrobras en Brasil y que obtuvo contratos por 16 mil millones de dólares para la reconstrucción de Irak sin licitación. Pero bueno, la risa y análisis sobre este hecho se queda de tarea.

Finalmente, en otro de ideas, no puedo dejar de resaltar una frase épica y para la posteridad pronunciada por un legislador perredista, obviamente, que respecto a esta reforma y dirigida a sus compañeros rezaba así: "Con esta discusión se están anteponiendo los intereses de la nación a los intereses del partido".... ¿Así o más claro?, ¿así o más cinismo?.

Pero cuando más indignación siento respecto al abuso del poder, me encuentro con la causa de ello, y no es otra que la ignorancia, por no mencionar otros vocablos altisonantes. Caso concreto de ello y como colofón a esta entrada, fue el espectáculo que se vio ayer en la noche, y no me refiero al eclipse lunar en sí, sino al gran número de hechizadas personas que aceptaron y agradecieron la atenta invitación que les hizo Marcelo Ebrard para presenciar el fenómeno astronómico en el zócalo capitalino, como si fuera de él. No cabe duda de que la izquierda disléxica es una plaga complotfóbica que debería desaparecer por el bien del pueblo y del planeta, pero más peligrosos que mil bombas en el metro insurgentes, son aquellos que los siguen y que creen en sus falsos discursos, en su populismo, en su demagogia y en Joaquín López Dóriga.