3 mar 2009

DECISIONES

"La única decisión posible, es la de decidir qué hacer con el tiempo que tenemos"
Gandalf, The Gray.



Nuestra vida literalmente comienza gracias a dos decisiones fundamentales, una divina y otra terrenal. La deidad te manda y un par de personas aceptan o no.

Si siguiéramos el modelo de un diagrama de flujo, la historia de cada uno no podría continuar en caso de que la elección humana hubiera sido "NO". De tal suerte, inicia así un camino para algunos tan sinuoso y para otros tan ligero. El andar firme o atropellado en éste, dependerá de las decisiones que en un principio los demás tomen por ti y las que, en el mejor de los casos, tomes tú. He aquí algunos ejemplos.

Los padres, aconsejados por familia, vecinos, doctores, pediatras y demás amistades, te eligen tu ropa, corte de cabello, circunsición o no en el caso de los varones, marca de pañales, tipo de leche, lugar de reposo, juguetes, guarderías, mochila, escuela. Te escogen tus amigos, tus costumbres y los dioses a los que habrás de encomendarte y temer.

Pasan los años y conforme vas adquiriendo criterio sobre lo que es bueno y malo, para ti y para los demás, empiezas a decidir cada vez más sobre tu porvenir, empezando con hacer o no la tarea, estudiar o vagar, juntarte con los que echan relajo y molestan a los débiles y tontos o con los que sus padres obligan a ser alguien en la vida.

"¿Me volaré la clase?, ¿saco adordeón?, ¿a qué sabrá el cigarro?, ¿y si le llego?, ¿corbata o moño?, ¿con gorrito? ¿me lo robo o lo devuelvo?, ¿me caso?, ¿seré yo o finjo ser y tener más?"

A esta altura las decisiones aún no tienen consecuencias fatales, como pisar el "fresco bote", endeudar a la familia o colgar los tenis. Pero una vez que se decide el rumbo de vida, con o sin estudios, así como el llevarse un pan a la boca se podrá hacer de forma honesta o deshonesta, con valores o sin ellos (¿tienes el valor o te vale?, jaja. Hilarante pero cierto).

Y es en las pláticas de café, de bar, de banqueta o msn, donde sueles expresar tus dudas o inseguridades, anhelos o miedos, pero más allá del buen o mal consejo que te dé el interlocutor, la decisión final siempre será personal, porque nadie las puede tomar por uno, tácitamente.

La leyes físicas y espirituales dictan que a cada acción corresponde una reacción, en menor o mayor medida. Y en efecto, cada decisión nos afectará tanto o más que a los demás involucrados, de ahí el dilema de hacerle caso al diablito o al angelito, a la responsabilidad o al placer, a la necesidad económica o a los sueños, al amor o al interés.

Muchos senderos y bifurcaciones se nos presentan; el número de "o"'s en esta entrada son mínimas a la cantidad de parpadeos que alimentan el destino o el libre albedrío, pero para bien o para mal lo más importante es ser conciente de ellas, de esas pequeñas o grandes decisiones que mueven nuestro mundo, con efecto mariposa o sin él y que al fin y al cabo, nos remitirán al inicio del diagrama de flujo y al círculo de la vida.

Luego entonces, si recapitulamos estas líneas y ejemplos, podemos regresar a la primera frase vestida de las sabias palabras que pusiera el Maestro J. R. R. Tolkien en los labios del mago Gandalf:

"La única decisión posible, es la de decidir qué hacer con el tiempo que tenemos".

....¿pero qué es el tiempo?

CONTINUARÁ...