18 sept 2008

COTIDIANEIDAD

Más de tres meses han pasado y ni una letra había plasmado. Un limbo literario pero sobre todo reflexivo me absorbió. Ese limbo yo lo llamaría "cotidianeidad".

Pocas veces uno puede dilucidar lo tan común y laxo que puede ser "lo cotidiano", y lo peligroso que también es a su vez. Cuando se permite que el vaivén de las horas, días, meses y vidas pase desapercibido en nuestra existencia, algo tanto bueno como malo está dejando de pasar.

Es muy triste volver las vista atrás y no tener nada interesante que recordar, nada que te haga reír o llorar, y no porque no haya algo que merezca dichos efectos, sino porque estás lo suficientemente inerte para darte cuenta que ahí estuviste y estás.

Atisbos de júbilo sentí cuando honrosas excepciones mexicanas ganaban un par de medallas de oro en Beiging, efímera nostalgia de dejar las aulas que por casi cinco años visité, y una cruda de exceso de hueva que ni con pedialite y tirolesa podía superar.

Fotografías, poemas, historias o reportajes "de la vida cotidiana" se plasman día con día (¿no es eso pleonasmo?). Bueno, suena tan aburrido como se ven. Esa cotidianeidad nos aleja de los más profundos anhelos, de los sentimientos, de los amigos...de uno mismo.

No quiero que lo cotidiano me mute y me haga indiferente. Gracias Ber por hablarnos del tiempo y recordarme que tenía blog. ¡Que cada día sea un hito en este cuento y que viva el rock 'n' roll!