Edgar Bergen

Luego de observar que muchos compañeros egresados empiezan a librar la batalla de la búsqueda de empleo o de la incursión en él, me doy cuenta que no soy el único que vislumbra las bondades y fealdades de ganarse el pan.
Cuando uno aún está en la escuela lo que más añora es trabajar, percibir ingresos de mínimo "un diego", ser exitoso o por lo menos famoso. Pero qué sorpresa te das cuando un día ya no tienes que ir a calentar el asiento en una clase que las más de las veces no te interesa y tienes que buscar un porvenir, alardeando después de tu gran escuela, de tus sobresalientes prácticas profesionales y productos audiovisuales en Radio Mixcoac, de tus dotes en cuanto programa sólo aprendiste a diferenciar de Word y de los maravillosos y ponderados profesores.
No obstante, para las empresas, sólo eres uno más... ¿Lo tomas o lo dejas?
"Acepto". Grave acierto o error, no lo sé. Lo único real es que vas a tener que tragarte tus mentiras o verdades a medias y buscar agradar al entrevistador o en el mejor de los casos al que ya es tu superior. Pero vamos, es parte del proceso, todos han pasado por ahí alguna vez (Las herencias en dinero, puesto o especie no cuentan. No porque no valgan, sino porque no se valoran) y de ahí que tengamos que... o disfrutar de esta etapa y reconocer que nos van a a pagar por aprender o sufrir porque la rutina es deprimente y te tienes que levantar temprano.
No es fácil. Tu entorno llega a cambiar drásticamente y te olvidas de todo y de todos, incluyendo amigos, pasiones y hasta el blog o posiblemente todo ello te llegue a olvidar. En fin, lo cierto es que nada es estático y de cada uno depende ver el lado amable al durazno, a la madrugada o a los breves pero sustanciosos momentos en los que puedes convivir con tu gente querida y contigo mismo.
Los dejo, ¡se me hace tarde!
5 comentarios:
La receta de los recién graduados: agua y ajo. AGUAntarse las chingas y AJOderse un lustro para conseguir las promesas escolares. Esas que llegan, haciendo todo menos los que uno estudio.
Pero queríamos trabajar, ¿no?
Dice un conocido que ha contratado a algunas personas de la UP, que nosotros llegamos esperando ser ejecutivos, porque creemos que la UP nos ha preparado lo suficiente con profesores, prácticas, materias y programas despampanantes. Pero la realidad no es así ahora nos toca ser en parte uno más en la cadena de ascensos, iniciar un proceso diferente de aprender y de aprehender. Por lo pronto hay que tener bien claro que la Universidad no te da todas las herramientas porque afuera todo es diferente y que nos toca aprender en ese mundo que tanto anhelamos cuando sólo calentábamos asientos en la escuela. A trabajar ya que como dice B, por el momento agua y ajo y tener muy en claro que aqui ya no te juegas tus calificaciones si no que estás jugándote el pan de cada día
Qué decirte?
1. Trabajo casi 12 horas diarias... a veces hasta más
2. Aguanto pend... hasta hartarme. Existen más de los que imaginaba!!!
3. Estoy a dieta rigurosa.... como entre 2 y 3 veces por semana (contando sábados y domingos)
4. Aquí nos tocó trabajar...
P.D. Se me antojó un durazno... ya hace hambre :(
Y dímelo a mí, caminatas, bodegas, cajas, juguetes, hospitales,medicamentos, foros,jefes que sólo alardean, practicantes, nooooooo....... jaja
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