2 may 2009

UNA CEPA MEDIÁTICA ¿CUÁL ES LA INFECCIÓN?

Huelga introducir al tema que aún con tapabocas no podemos dejar de comentar, pero vale la pena ahondar un poco en la histeria provocada por la influenza humana porcina marciana, enfermedad que para muchos es una de las farsas más grandes que se han inventado y para otros la amenaza más clara del Armaggedon.

Es difícil dilucidar qué tanto de cierto o de falso tiene este virus, pero es un hecho que pasará a los almanaques de la historia mundial, primero por la serie de fuertes medidas preventivas que han tomado tanto el gobierno mexicano y el de muchos otros países, como por el fenómeno mediático que esta paranoia ha generado.

Generalmente todo lo que pasa por los filtros del cinescopio o ahora, del LCD, destila verdades a medias y manipulación, sin embargo, en este caso vale la pena destacar que no fue así. Medios impresos, electrónicos y televisivos tanto de las cadenas públicas como de las privadas dieron un atinado y responsable seguimiento a este tema, donde no ponderó la guerra de ratings o de ventas, sino un honesto interés de comunicación pura, puesto que le dieron voz a la población y respondieron sus preguntas a través de investigación y mesas de análisis con especialistas. Asimismo es en verdad loable el esfuerzo de los periodistas y de todas los trabajadores técnicos y administrativos que han laborado el triple para brindar una excelente cobertura y que muchas veces la audiencia no valora.

Por otro lado, y no por contradicción al párrafo anterior, si vemos más allá de lo que la prensa nos presenta, podemos vislumbrar que este cerco sanitario limítrofe de prácticamente toda actividad escolar, cultural, de esparcimiento y de cualquier tipo de convivencia grupal bien puede ser un engaño brutal destinado a reactivar la industria farmacéutica luego de la reunión del G8 y de la visita de Obama a nuestro país, o una potencial semilla de una crisis que tendrá graves repercusiones económicas que no se podrán ocultar por mucho tiempo. Es entonces cuando debemos preguntarnos: ¿cuál es la verdadera cortina de humo?, ¿de qué es de lo que realmente nos tenemos que cuidar?

Lamentablemente la mayoría de nuestros compatriotas no se plantean interrogantes similares, puesto que muchos se desgastan el hígado y se frustran al no saber qué hacer con tanto tiempo libre que en estos días han tenido. Sabias palabras del señor Thornton Wilder, quien decía que "cuando uno está tranquilo en casa quisiera vivir una aventura y cuando se vive una aventura, uno quisiera estar tranquilo en casa".

Apelando e invirtiendo el juego de géneros, el ocio puedo ser el padre de todos de todos los vicios y la ignorancia la madre de todos los estúpidos, y no porque los ciudadanos no sean "léidos", sino porque limitan su creatividad, diversión y aprovechamiento a los centros comerciales, a Acapulco o a los balnearios con caldos que verdaderamente alojan bacterias mutantes.

Cabe descatar también que la cooperación colectiva por seguir las recomendaciones de la Secretaría de Salud ha sido ejemplar, al grado de agotar todos los tapabocas en las farmacias, de no asistir a sus trabajos si no es estrictamente necesario, de burlarse de la situación con chistes y emoticones muy ingeniosos y de linchar al primer infeliz que estornude.

Pero no olvidemos que esto no se ha superado, que para bien o para mal más vale prevenir, que falta mucha historia por contar y que no se puede creer todo lo que se lee y se ve. Hay que informarse y generar un criterio propio, porque la verdadera infección...es el rumor.

1 comentario:

b dijo...

excelente post y se le agradecen los halagos a la profesión.