14 nov 2007

ENVIA GANA... ¿Y GANAS?

Mucho podría escibirse sobre el desastre de nuestros hermanos en desgracia de Tabasco, sobre el presupuesto del 2008, la popularidad de Calderón, las abejas en la Champ Car, las inversosimilidad de la liga de futbol mexicana o de los comentarios en en estado de ebriedad de Mariagna Pratz, esposa de Marcelo Ebrard. Sin embargo, de todo eso ya se ha comentado. Por lo tanto, ante la ausencia de contenidos interesantes y novedosos que valga la pena analizar, he decidido externar hoy sobre un fenómeno y a la vez, una queja.

No es pretexto, pero la vorágine de problemas y cuestiones por resolver, principalmente económicas, agobian no sólo al autor, sino a millones de mexicanos que no pueden antender sus necesidades primarias, o el blog cuando menos. Es por eso que ha cobrado especial relevancia el surgimiento de un nuevo sistema de dinero fácil, que va más allá de comprar un cachito u ofrecer tus cachitos. Lo de hoy es enviar mensajes "ganadores" a tu celular anunciados en televisión y esperar.

Si se es observador o si ya caíste y deseas saber cómo ganas, te podrás percatar de que ¡no hay manera!. La estrategia es que envíes "GANA" o "M" o "SUERTE" a un número de cinco dígitos y creer que por arte de magia o de la misericordia divina cambiará tu vida. Una vez que el televidente promedio ha caido en la trampa (y lo digo por experiencias repetidas, fue en parte por curiosidad, otra por necesidad y la segunda por corroborar) y ha enviado la dichosa palabra al mentado número, recibe casi al instante otro mensaje diciendo: "Ya estás cerca, vuelve a mandar GANA al 56765". Uno pensaría que debe pasar un filtro, por lo que decide acceder. Cuál es la sorpresa cuando recibe otro mensaje igual de nefasto, porque ahora sólo dice: "Ya estás ahora aún más cerca de ganar, vuelve a mandar GANA al 56765". Si algo de dignidad le queda a uno, será suficiente para abandonar la proeza y reconocer que se fue un imbécil, tratar de lvidarlo y trbajar más duro al día siguiente.

No obstante, el negocio de este tipo de tretas mediáticas es infinito, porque no muchas personas cesarán en su segundo intento, porque lo más seguro es que su ilusión los lleve más allá de la desesperación o del crédito de su celular. El dueño o dueños de estas empresas, que prometo buscar, se vuleven multimillonarios gracias a los pobres (¿no sé dónde he visto esa fórmula?), porque cada mensaje o llamada cuesta entre $15 y $45 pesos. Si hablamos de particulares, supongo que tendrán el suficiente afluente para pagar más de dos horas de tiempo aire en televisión. Si hacemos la conversión del costo por 10 segundos y dos horas tienen 432 mil segundos, estaría pagando.... ¡mucho dinero!. Y eso que sólo estamos hablando de la inversión, ¿cuál será entonces la ganancia?

En fin, he liberado mi frustración y espero que si no habían pensado en ello, ahora lo hagan y eviten que se siga subyugando el bien común por unos pocos a costo de muchos. Para salir adelante hay muchas maneras lícitas y más dignas, por lo que en las siguientes entradas de este blog se dejarán brevemente las inquietudes políticas y deportivas y compartiré con ustedes "el secreto" que puede cambiar tu vida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Escribe más en tu blog y gana adeptos :D

Anónimo dijo...

Su llamada es importante para nosotros, por favor espere...

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El saldo de tu celular se ha agotado, le sugerimos abonar una ficha.

Mercadotecnia de la depredación ¿le suena familiar?

Montse dijo...

Yo sigo sin entender cómo la gente cree en esos mensajes milagrosos. Cómo es posible pensar que comprando una tarjeta telcel de 500 más dos cocas y un paquete de bimbo te vas a hacer millonario. Pensar que la mismísima "Marthita" es quien te escribe, ja