
Finalmente ayer en la noche el Senado aprobó en comisiones el dictamen de la reforma electoral, la cual contempla la destitución escalonada e injustificada de los consejeros del IFE, así como un recorte de 50% en el costo de las campañas electorales.
La propuesta prohíbe a los partidos y a terceras personas la contratación de propaganda en radio y en televisión y se busca que el IFE utilice los tiempos oficiales para difundir propaganda y sea el encargado de hacer la distribución entre partidos.
De presentarse alguna infracción a la ley, el instituto electoral podrá ordenar la cancelación inmediata de las transmisiones en radio y televisión de empresas concesionadas o permisionadas.
Por lo anterior, el terror de los magnates mediáticos no se hizo esperar y durante toda la tarde hicieron gala de cómo pueden manipular a sus celebridades y a la audiencia, ya que en el quinto piso de la Torre del Caballito desfilaron Enrique Pereda, presidente de la CIRT y los grandes concesionarios junto con sus fieles lacayos, quienes traicionando su condición de "comunicadores" y compromiso con la verdad, dejaron muy claro su pueril lealtad a los dueños y el engaño vil a la gente, haciendo creer que esta reforma atenta contra la libertad de expresión y el sustento ideológico y físico de todos los que laboran en los medios.
Fue lamentable ver cómo Rogelio Azcárraga Moreno de Radio Fórmula alegaba casi al borde de las lágrimas que este recorte del 30% en sus ingresos prácticamente expropiaba a la empresa y dejaba sin comer a sus empleados.
Paty Chapoy afirmaba que con la aprobación de la ley se estaba regresando a los tiempos de la censura y ya no podría decir si un político era feo o ignorante. Infame y sinvergüenza esa mujer que además de idiotizar a la gente con sus programas ahora pretende verles la cara no sólo con la intimidad de los famosos, sino con su integridad y capacidad intelectual.
El recién iniciado en la televisión abierta, Pedro Ferriz de Con, se lamía su escaso bigote al pensar en las grandes sumas que entrarían a las arcas de Cadena Tres con los tiempos electorales del año que entra. Pero en vano fue la pasarela de Joaquín López Dóriga, Javier Alatorre, Jorge Garralda, Ana María Lomelí, Luis Niño de Rivera, Ricardo Rocha, Carlos Loret de Mola, Denisse Maerker, Ciro Gómez Leyva, entre muchos otros, puesto que en una reunión de más de cuatro horas, los legisladores garantizaron a los concesionarios y conductores de programas de medios electrónicos que la reforma no afectará la libertad de expresión. “Lo que se quiere es aminorar la influencia que ha adquirido el poder del dinero en los comicios”, señalaron.
Luz y sombra podemos ver con la nueva reforma, ya que hace vulnerable al IFE pero también da un fuerte y merecido golpe al monopolio y a los reducidos concesionarios que controlan la radio y la televisión, sin tomar en cuenta que sigue pendiente el atropello por su adjudicación ilegal del espacio electromagnético que no le debe pertenecer absolutamente a nadie.
Una de cal por mil de arena. Bien por el cabildeo de Corral y Bartlett y excelente por la voluntad política de Beltrones, Creel, Navarrete y todos legisladores que superaron la presión de enfrentar a los medios. Lo cierto es que en este juego y putrefacto ambiente de poder quién sabe cuándo los vayan a necesitar.
No obstante, ayer nos remontamos al circo romano, viendo cómo gigantes luchan por un pedazo de pan y "libertad", pero de facto, ninguno lo consigue.